Malditos Bastardos (Inglourius Basterds)

- Año: 2009.
- Duración: 153 minutos.
- Pais: EEUU.
- Producción: Coproducción EEUU - Alemania; Universal Pictures/ The Weinstein Company / Lawrence Bender Productions/ Neunte Babelsberg Film.
- Director: Quentin Tarantino.
- Musica: Varios Autores (Ennio Morricone, Lalo Schifrin, David Bowie, Charles Bernstein...)
- Fotografía: Robert Richardson.
- Reparto: Brad Pitt, Diane Kruger, Christoph Waltz, Daniel Brühl, Melanie Laurent, Eli Roth, Samm Levine, B.J Novak, Til Schweiger, Gedeon Burkhard, Paul Rust, Michael Bacall, Julie Dreyfus, Michael Fassbender, Mike Myers.

Sinopsis: Una unidad de "elite" se dedica a matar nazis, su nombre "The Basterds", con tal éxito que el alto mando alemán comienza a estar harto de ellos, y ellos hartos de acabar con mandos medios, para lo cual idean un plan para eliminar a los líderes del Tercer Reich.
Shosanna es una adolescente que presencia como un oficial aleman Hans "Cazajudíos" Landa acaba con toda su familia, ella consigue huir y acaba gestionando un cine en París.
Las casualidades hacen que sus planes confluyan en el altar del séptimo arte.

Tarantino os va a contar un cuento que comienza con un érase una vez, en cinco capítulos, no es una historia real, ni siquiera una interpretación de la historia, es su II Guerra Mundial en el universo paralelo de Quentin, si aceptais las reglas entonces podéis ver la película.
Ahora olvidáos de la sinopsis, de cuantos trailers hayáis visto, ¿es una película de acción?, nein, nein, nein, ¿es una película violenta?, siendo de Tarantino tampoco hay mucha violencia, o sea que, nein, nein, nein, ¿es una lección de historia?, nein, nein, nein, definitivamente Inglorius Basterds es un homenaje al cine y una película sobre venganzas y odios, no tampoco es Kill Bill.

Los Bastardos, encabezados por el teniente Aldo "Apache" Raine (Brad Pitt) son un perfecto "macguffin", aparecen en la trama pero desde luego no son los protagonistas, son solo otros peones en la partida, para mí hay un claro protagonista, el coronel Hans Landa (Christoph Waltz) el conversador casual que consigue colocar a su presa donde quiere en todo momento, envolviéndola en su palabrería, sonriente y desconcertante, hace que sus oponentes no sepan que cartas está jugando, sobre todo con esa primera escena en una casa de la campiña francese, simplemente fantástica, y dos personajes relevantes en segundo plano, Shossana Dreyfus/Emmanuelle Mimieux (Mélanie Laurent), a la que el destino pone su venganza en bandeja de plata, mujer fatal en rojo y negro, que logra pasar desapercibida hasta el final, una india apache con su hacha y sus pinturas de guerra, increible durante toda la película y Bridget Von Hammersmark (Diane Kruger) esa agente doble seductora y segura de sí misma, a la que las circunstancias le quitan todo su status de estrella y muestran a la mujer que hay debajo.

Tarantino juega con todos los tópicos habidos y por haber, los apaches y el beisbol americanos, los italianos con gestos y pintas de mafiosos, ojo a Brad Pitt intentando poner la cara de Brando en "El Padrino", los ingleses beben whisky, los alemanes Schnapps y cerveza, y comen struddel, los franceses respetan a los directores y sus mujeres fuman, unos altos mandos alemanes irrisorios, caricaturizados, se divierte jugando con todos ellos y tienen su lugar en la trama de la película.

Volvemos a ver esas largas escenas de diálogos clásicas de Tarantino, aunque no tan ingeniosas como solían, las mejores protagonizadas por ese interrogador sutil que es Hans Landa, tenemos una reinterpretación de la escena de las pistolas de Reservoir Dogs, esta vez en un ángulo más bajo, y en algún otro aspecto más me ha recordado a la película de los nombres y hombres de colores.

Y llegamos a la parte importante, el cine, auténtico protagonista no solo por el escenario del explosivo final, si no por las referencias cinematográficas constantes en los diálogos, escenas y decorados, repletos de carteles de la época, esa cabina de proyección, rollos de películas y sus cajas metálicas, los proyectores y la campanilla que avisa de la finalización del carrete.

La música en momentos elegidos, como en una película de Spaghetti-Western, Ennio Morricone, y un tunel, en el resto solo oimos las voces, sin nada más, resulta anacrónica en muchas escenas, sobre todo contemplar a Mélanie Laurent tras el rosetón con la voz de David Bowie, fuera de su sitio o completamente adecuada, allá cada cual, a mí me ha gustado.

Tarantino ha vuelto ha hacer de niño malo, retorciendo todo un género a su capricho, hace lo que le gusta divertirse y habla de sus temas favoritos, homenajea a sus referentes cinematográficos, para ofrecernos una delirante historia de venganza dentro de una irreal II Guerra Mundial, un western de indios y vaqueros, donde la resistencia simula a los apaches y los nazis son los vaqueros invasores de una tierra que no es suya, si quieres que te cuenten un cuento "Tarantino´s Way", estás viendo la película correcta, si esperas acción, sangre y violencia a raudales, obviamente no, pero tendrás un poco de las tres cosas, muy bien utilizado por cierto.

P.D - Que fetichismo tiene Tarantino con los pies y los zapatos, en la película hay una peculiar recreación macabra de la Cenicienta.

Puntuación: 8.