Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte II

- Título Original: Harry Potter and the Deathly Hallows: Part II.
- Año: 2011.
- Duración: 130 minutos.
- País: Gran Bretaña.
- Productora: Warner Bros. Pictures / Heyday Films.
- Director: David Yates.
- Guión: Steve Kloves, basado en la saga de novelas escritas por J.K. Rowling.
- Música: Alexandre Desplat.
- Fotografía: Eduardo Serra.
- Reparto: Daniel Radcliffe, Emma Watson, Rupert Grint, Alan Rickman, Ralph Fiennes, Helena Bonham Carter, Michael Gambon, John Hurt, Julie Walters, Kelly MacDonald, David Thewlis, Jason Isaacs, Timothy Spall, Rhys Ifans, Ciarán Hinds, Tom Felton, Emma Thompson y Maggie Smith.

El conflicto final ha llegado Harry Potter deberá enfrentarse a su némesis, el niño que sobrevivió se convierte en el joven que no se rindió.

El final de la saga tenía que cumplir varias condiciones, ser épico, emotivo y emocionante, como corresponde a toda conclusión donde se resuelven los misterios y los conflictos que se han desarrollado durante el resto de las películas. La verdad es que tiene menos acción de la que se anunciaba, aunque espectacular cuando se despliega en la pantalla, así que la épica la aportan las palabras y los personajes que tanto queremos, en escenas medidas al milímetro para impactar realzadas por una gran banda sonora. Evita las escenas que provocan la lagrimilla fácil mediante elipsis, o poniéndolas en ojos de un tercero, no mostrarlas en primer plano, prefiere poner los sentimientos en los protagonistas para que los transmitan al espectador, así que es menos emotiva de lo que se espera. Y por último emocionante, esa parte es la que mejor funciona la tensión flota en el ambiente oscuro y en ruinas de un mundo que desaparece que se desmorona, mientras a los héroes se les van acabando los recursos.

Desde luego el protagonismo de esta última entrega está en los tres personajes centrales, Harry, Hermione y Ron, sobre todo en el primero, a través de sus ojos nos vamos despidiendo de todos los demás, que tienen su escena o escenas para completar su ciclo, para ello David Yates se ha convertido en un artesano que ha ido colocando las piezas (personajes) en diferentes planos en todas las escenas, ha creado orden en el caos de una batalla, sabía lo que quería contar y ha limpiado todo lo supérfluo para ir directamente al grano, ya sea en las emociones como en las acciones, el problema es que ese fraccionamiento que relata las partes importantes para que no quede confuso el relato, provoca que en ciertos momentos la película no fluya si no que parece que vaya a saltos, pero gana mucho en claridad y efectividad, han colocado poco a poco, escena a escena, frase a frase todas las motivaciones que llevan a los personajes a tomar las decisiones, para que no parezcan vacuas o arbitrarias.

Pero todo esto al final quedaría relegado a un segundo plano, si ese plantel de maravillosos actores que nos han regalado maravillosos momentos en todas las películas, durante estos casi diez años, no nos hubieran convencido, ellos son el soporte que han trasladado esas palabras en negro sobre blanco, en personajes tridimensionales capaces de emocionarnos y ponernos los pelos de punta, ellos son realmente los que elevan la película a las más altas cotas, está claro que la banda sonora, la dirección, los efectos especiales, y un guión cuidado han sido importantes, pero el alma de la película son sus actores, maravillosos y mágicos.

Así que este punto final en una saga mágica ha sido un despliegue impresionante que se despide con un gran movimiento de varita, elegante y sobrio, con Hogwarts como escenario mudo de una batalla entre luz y oscuridad, entre el amor y el odio, donde la fe inquebrantable, la amistad y la unión desfilan triunfantes en los momentos mas tenebrosos, una tormenta perfecta de conjuros y hechizos que culmina una aventura que comenzó con un rayo en la frente de un bebé.

PUNTUACIÓN: 7,7.