Soy muy tolerante con muchos temas, pero "Mis Cosas" son sagradas, odio que las toquen, las revuelvan, no me las devuelvan o me las devuelvan rotas o en mal estado, pues bien, nada más entrar me la encuentro en el suelo, con la mitad de los cedés tirados en el suelo, algunos fuera de su caja, revolucionando el perfecto orden en el que los guardo, ese que solo entiendo yo, una furia roja subía desde mi estómago hasta mi garganta, materializándose en un grito:- !No toques mis cedeeeeees!!!!-.
Ella paralizada, como el ciervo frente a los faros de un coche, me mira con asombro, creo que nunca me había visto enfadado, y se mira sus manos donde tenía la caja de un cedé y luego a mí, aparentemente sin comprender, !aaaah traidora!!!!, cuando le di las llaves de casa le expliqué muy claramente mis normas, entre las cuales estaba las de mis colecciones.
Me pidió disculpas e incluso se ofreció a guardarlos ella, pero al ver que seguía quieto con una mirada de loco, y meneando la cabeza de un lado a otro, se fue a la cocina a preparar la cena.
En estos momentos, me planteo si estoy preparado para compartir y vivir en pareja.
2 comentarios:
A Maria Luisa se le perdona todo...
:-DDDDDDDDD
No se le perdona ni a tu madre. Caosymascaos
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