En estas fechas se echan de menos las sillas vacías, de aquellos que se fueron para no regresar, sobre todo cuando hace poco tiempo. Crees que los vas a volver a ver, torciendo una esquina, llamando a tu puerta, entonces una angustia se agarra a tu estómago, recordándote que buscas un fantasma, la sensación de pérdida es abrumadora.
Entonces te sientes imbécil por no recordar que no está, no deberías, por que eso demuestra que permanecerá siempre en tu alma y tus recuerdos, y que los querías tanto que aun despues de haberse ido, los haces aparecer en tu vida aunque sea un momento irreal.
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