Spiderman incomprendido


Estaba tan tranquilo intentando realizar un reportaje fotográfico en Central Park, cuando observo a una pobre niñita, llorando frente a un árbol, porque su gatito se ha subido a él, y ahora no puede bajar, un trabajo hecho a medida para Spiderman y aunque no me voy a disfrazar para hacerlo subo con agilidad por el tronco del árbol y recupero a su gatito, pero cual es mi sorpresa, cuando me encuentro con dos agentes de la ley, al pie del árbol junto a la niña, la cual abraza a su gatito con tanta fuerza que comienzo a plantearme si no estaba más seguro arriba del árbol, los policías me echan una bronca por haber trepado, porque eso es labor de los bomberos, y si me llego a caer le hubiera puesto un pleito al ayuntamiento, más no sé cuantas normativas municipales más que había violado, no me ponen ninguna multa pero me previenen de volver a intentarlo.
Llego al Daily Bugle, bronca de JJ, por haberle traido una birria de fotos sobre la exposición floral de turno en Central Park, porque eso no interesa a nadie, y que si sigo por ese camino, dejará de publicarme fotos, solo quiere fotos de su odiado vecino Spiderman.
Vuelta a casa y ahí me espera la última reprimenda del día, espero, Mary Jane se queja de que no he comenzado a pintar el apartamento, de ese color, para mí horrendo, melocotón desvaído, o alguna horterada parecida se llama, me chilla echándome en cara que con mis "habilidades especiales", los techos tenían que estar acabados.
Salgo a la calle para quitarme el mal humor, y lamentándome de que mi sentido arácnido no detecte cuando las personas que me rodean tienen un mal día, y la van a tomar conmigo.
Pienso en ir a ver a mi amigo Osborne, pero si le cuento que me he peleado con Mary Jane, con lo encaprichado que ha estado de ella toda la vida, siempre "verde" de envidia por haber sido yo, quién acabó conquistándola, es capaz de ir a mi apartamento para "consolarla", mientras estoy fuera.
Así que me voy a la bahía a charlar con mi vieja amiga, mi psicóloga habitual.
- Buenas tardes señora representante de la Libertad, disculpe si me acuesto en esta tablilla para relatarle mis cuitas, otra vez me he peleado con Mary Jane, vaya usted tambien se pone verde de envidia, no será de la otra acera, por que pagaría por ver el armario de donde tuvo que salir, bueno a lo que iba, llevo un día....
Y nuestro amistoso vecino Spiderman, le contó sus problemas a la Estatua de la Libertad, allí en la entrada de la bahía del río Hudson, junto a la ciudad que nunca duerme, y colorín colorado este cuento se ha acabado.

4 comentarios:

Dids dijo...

Es genial^^

me ha encantado lo de la estatua de la libertad, sin duda los superheroes también tienen que tener días malos... esto los hace más humanos;P

Un saludo.

satrian dijo...

Esos son los héroes que me gustan más, los que tienen un lado humano, que los hace mas reales, menos estereotipados.

Diego del Pozo dijo...

jajajaja que duro es ser superheroes hoy en dia :P

satrian dijo...

Con lo fácil que era antes, voy le pego al malo y todos me adoran.