Royal Pains: Un Médico con clase... alta

Escribiendo el post de noticias el otro día, y viendo que había superado en audiencia a su lead-in, Burn Notice, me propuse ver Royal Pains, para ver que estaba atrayendo al público, porque a priori a mi no me atraia nada, y estas son mis conclusiones.
La serie trata sobre un cirujano de Urgencias, Hank Lawson (Mark Feuerstein) que es despedido por tratar antes a un paciente normal que a un V.I.P, que desgraciadamente muere, su prometida viendo sus sueños de casarse con un médico de éxito truncados, lo deja, por lo que su hermano, Evan Lawson (Paulo Constanzo) intentando sacarlo de la depresión y la muralla de facturas que lo rodea, se lo lleva a un fin de semana de juerga a los Hamptons, lugar vacacional para todos los ricachones.

Allí como un medico "McGyver" salva a una mujer en una fiesta, y como los mensajes en un ambiente tan selecto, se los debe transmitir el mismo Dios Mercurio, todo el mundo se entera, y comienza a recibir encargos como médico privado (concierge doctor), como antiguamente el doctor que atendía a los ricos con su maletín negro.

De la nada le surge una ayudante, Divya Katdare (Reshma Shetty), su hermano quiere montar una empresa en torno a su figura, y traba "amistad" con la administradora del hospital de los Hamptons, Jill Casey (Jill Flint), rodeada de riqueza pero su hospital no consigue los suficientes recursos para que funcione correctamente.

Que tiene la serie, creo que el perfecto coctel veraniego, la playa, ambiente selecto de ricos y modelos despampanantes, un poco de tensión romántica y sexual, y el toque justo de reivindicación social y relaciones humanas, la verdad que muy bien conjugado y presentado, el piloto de más de una hora se me pasó volando.

Como no tenía claro si solo fue un buen piloto, me vi los dos siguientes episodios y la verdad es que siguen entreteniéndome, la serie no es ninguna cosa del otro mundo, incluso en los dos primeros episodios se autoparodia, llamando a médico McGyver y Robin Hood de los médicos, curando a los ricos, para atender a los pobres, dejando claro que sus ideas no son muy originales, pero como siempre digo no hay ideas malas, si no mal contadas.

Ya se que parece una historia normalita y cien mil veces contada, pero como hice con The Unusuals, (que por cierto son diez capítulos de una serie a la vez divertida y seria, ideal para este verano) intentaré que la veáis, si no os gusta, ya sabéis echadme la culpa que no me importa.