Review: Fringe 2x09 Snakehead

El capítulo de hoy es una mezcla extraña entre repulsión / asquerosidad y ternura / sentimientos, sin que desentonen ninguna de las partes en el conjunto del episodio, conforme transcurre la serie le voy cogiendo más cariño a ese triángulo científico-cariñoso que forman Walter, Astrid y Peter, el episodio de hoy te va a poner los pelos de punta por una razón o por otra, consejo para los estómagos sensibles, procurad no comer antes de verlo.

- OJO A PARTIR DE AQUÍ SPOILERS DE FRINGE HASTA EL CAPÍTULO 2X09 -

La trama Fringe del episodio trata sobre unos ciudadanos chinos que son traidos a los EEUU con la promesa de una vida nueva, pero que en realidad son cobayas para un experimento. Mediante una pastilla les meten un gusano parásito que crece dentro de ellos, una versión biogenéticamente mejorada de un anquilostoma, gusano duodenal de 10 mm de largo, cuyo hermano mejorado supera bastante su longitud, el gusano crece dentro del huesped, matándolo cuando emerge por su boca. El doctor Che quiere su glándula linfática para tratar a enfermos con inmunodeficiencia como el niño de Beacon Hill, su madre adinerada paga sumas enormes de dinero para que su hijo viva a pesar de que muchos hombres y mujeres deban morir, finalmente muere asesinado y su organización desarticulada.

Por otra parte Walter ha decidido que debe ser más independiente, lleva un año fuera de la institución mental donde estaba recluido, y debe valerse por sí solo, les advierte a Astrid y a Peter que no deben seguirlo y dejarle que viva su vida, y sus propias aventuras, pero su hijo no se fía y la agente Fansworth lo sigue, Walter que no es tonto la pilla espiándolo, y a la menor oportunidad la despista, lo malo que todo esto sucede después de que meta la pata hablando de más,en una de las tiendas de herboristerías chinas donde estaba buscando anquilostomas para comparar ADN, y desenmascarar al doctor que está detrás de la trama, que precisamente es quién le vende los gusanos. Unos matones de las tríadas siguen a Astrid, la golpean y roban el especimen de gusano que tenían en el laboratorio, mientras que Walter se pierde y no recuerda el número de Peter, bueno si recuerda los números pero no su secuencia correcta.

La imagen de Walter desamparado en un banco, es descorazonadora, un hombre inteligentísimo incapaz de recordar que lleva el número de su hijo en el bolsillo de la chaqueta, que decide salir al mundo y se pierde en su primer intento, frustrado por ser una carga para los que le rodean, por no poder volver a ser el hombre que era, llora impotente ante una realidad que lo supera, mientras en su laboratorio es el rey, en la fría ciudad es un cachorro perdido.

Nadie lo culpa, porque no es culpable, su hijo se guarda su ira y preocupación porque no haría más que aumentar la vergüenza que sufre su padre, y Astrid no quiere que sufra más dolor, ni remordimientos, por haber causado que la atacaran, lo comprenden y lo necesitan a su lado, deben ampararlo hasta que su mente perdida recupere su camino, si es que alguna vez lo hace. Walter como no quiere perder esa independencia, busca una solución viable como científico, se implanta un dispositivo de rastreo en el cuello y le da el transpondedor a Peter para que sepa en todo momento donde se encuentra.

Ese dispositivo me temo que va a dar mucho juego en un futuro, y creo también que nos van a hacer sufrir mucho descubriéndonos el pasado de este científico loco y amable, al que tanto cariño le tenemos, revelándonos alguna cosa que nos haga contemplar desde un prisma más oscuro a Walter.